Una visita de EHS para dos en el RV Show, el 8 de marzo de 2025.

La vida como EHS (electrohipersensible) significa no más restaurantes ni hoteles, ni comidas ni pijamadas con la mayoría de amigos y familiares. Esto también supone tener que mudarse en cuanto la señal WiFi de los vecinos es demasiado fuerte y se intensifica demasiado en casa, o se instala una nueva antena demasiado cerca. También está el desafío de encontrar un vehículo sin una tarjeta SIM activada en un vehículo reciente, por lo que es necesario encontrar a alguien que la retire o acepte no instalarla. Luego está la cuestión de encontrar soluciones de protección para poder entrar en las olas.

El jueves hice mi primera salida a la ciudad con otra EHS (Valérie Adam) y visitamos el RV Show. Nunca en mi vida me han bombardeado con tantas preguntas. ¡Un récord para toda la vida! Pasamos allí unas 7 horas y no pudimos ver ni la mitad de lo que había para ver.

De las decenas de personas que nos pidieron explicaciones, ninguna fue irrespetuosa. Todos fueron educados. Sólo una persona que trabajaba allí se molestó por nuestra presencia y fue a decirle a Valérie que estábamos perturbando el evento. Eso significa que le molestó. Lástima que no vino a decírmelo. Me hubiera gustado responderle. Aparte de él, todos fueron educados. Y sí, a menudo hemos escuchado chistes sobre abejas y mosquitos.

Fuimos allí a idear una solución... un vehículo blindado para las cuatro estaciones en el que podamos comer y dormir cuando no estemos en casa. El reto es conseguir uno bien protegido. El otro desafío es encontrar el dinero para ello.

Y al final nos divertimos mucho visitando la exposición. Luego nos divertimos tomando fotografías en el espectáculo y en el Palacio de Congresos. Y finalmente comimos en mi coche blindado bajo la segunda jaula de Faraday.

¡Qué día!